Por: Javier Millán Gómez (Publicado en el diario "El Sol de Toluca". Viernes 23 de Agosto de 2019) Tres cervezas y una limonada extraña sobre la mesa; me reuní con unos psicólogos un sábado para ingerir unos alcoholes que junto a una plática anestesian el pesar de cualquier semana laboral; comenzaron a hablar sobre los roomies, la experiencia más común cuando resultas estudiante foráneo o comienzas a independizarte. Su mirada analítica y psicológica me aportó una perspectiva distinta, todo ello me resultaba ajeno, yo nunca he tenido roomies, me salté esa experiencia, pasé de vivir con mis padres a estar completamente solo. -Siempre que llegaba a casa, parecía que mi roomie estaba esperándome-. Me comentó uno de ellos. Su compañero en el departamento era extraño, parecía que lo vigilaba. Por supuesto que por ser psicólogo decidió un día aprovechar y hacerle un test, los resultados le generaron aún más inquietud, tenía indicios de esquizofrenia. Su roomie
Pensando en lo que no se ha pensado