Por: Javier Millán Gómez
El portal de noticias HuffPost México publicó un video hace unas semanas llamado: “Lo que recordamos de los otros debates presidenciales”; desde el año 2000 se hizo una recopilación de varias frases de los candidatos durante esta actividad televisiva, desde la ofensa a Labastida llamándolo supuestamente “Mariquita”, hasta el señalamiento de Josefina Vázquez Mota hacia el actual presidente Enrique Peña Nieto, donde lo acusa de huir y esconderse luego de la inconformidad manifestada por parte de los estudiantes de la Ibero en 2012.
-Es increíble cómo nos engañaron Fox, Calderón y Peña. Casi me convencen de nuevo- decía un comentario debajo del video del canal de portal en Youtube.
Llamó mi atención cómo es que a través de un video pudimos acceder a un acontecimiento de hasta hace 18 años, probablemente lo ocurrido en los debates quedó olvidado, si es que fueron vistos. Sin embargo, accedemos a los acontecimientos del pasado a través de la tecnología, en este caso un video en Youtube. El fenómeno de recordar a través del internet se está volviendo cada vez más frecuente.
Facebook también hace lo propio. La mayor parte de las veces les recuerda a sus usuarios lo publicado años atrás. El usuario retoma lo que creía olvidado. Las plataformas digitales están ocasionando una perdida de la memoria orgánica, parece que los internautas no podrán recordar algo si alguien más no lo hace por ellos, en este caso es la tecnología la que ayuda a recordar. El pasado no es lo que prevalece en la memoria propia o ajena, el pasado está en las redes sociales, si no publicaste algo en alguna de tus plataformas sociales, simplemente no ocurrió.
La llegada y prevalencia del internet ocasiona que las personas persistan en nuestras vidas, podemos hurgar en el pasado y husmear en su presente, no podemos dejar ir. No podemos convertir a las personas en recuerdos e imágenes mentales, en sensaciones que provocaron sus olores o el sonido de sus voces, todo ello pierde sentido cuando las personas prevalecen en lo digital. Somos incapaces de olvidar o recordar cuando hacemos uso frecuente de las redes sociales.
Muchísimos videos en múltiples plataformas evidencian la falta de “cultura general” en la comunidad mexicana. Videos muestran cómo a transeúntes o estudiantes se les pregunta por el significado del TLCAN, la fecha de la revolución mexicana, fotografías de personajes históricos como Gandhi o Hitler. Todo resulta un desconocimiento absoluto. El mexicano no recuerda lo que no le resulta de utilidad. No les es ni útil ni funcional memorizar fechas, nombres de poetas mexicanos o pintores, ni siquiera personajes que propiciaron acontecimientos históricos.
De acuerdo con Guy Debord las causas sociales son resultado de relatos y acontecimientos almacenados en la memoria colectiva, lo que nos ha ocurrido nos motiva a ejercer la transformación social. Los recuerdos son dirigidos por los vivos, quienes portan las historias almacenadas en su memoria. La tecnología se vuelve selectiva, sólo algunos de los acontecimientos serán reproducidos, la selección subyace en un control de quienes mantienen la situación actual de las cosas. Las cosas serán olvidadas si así lo propicia la tecnología, controlada por aquellas personas que ejercen el poder. La escritura era una forma de preservar la memoria, ahora es la imagen visual a través de las tecnologías.
El portal de noticias HuffPost México publicó un video hace unas semanas llamado: “Lo que recordamos de los otros debates presidenciales”; desde el año 2000 se hizo una recopilación de varias frases de los candidatos durante esta actividad televisiva, desde la ofensa a Labastida llamándolo supuestamente “Mariquita”, hasta el señalamiento de Josefina Vázquez Mota hacia el actual presidente Enrique Peña Nieto, donde lo acusa de huir y esconderse luego de la inconformidad manifestada por parte de los estudiantes de la Ibero en 2012.
-Es increíble cómo nos engañaron Fox, Calderón y Peña. Casi me convencen de nuevo- decía un comentario debajo del video del canal de portal en Youtube.
Llamó mi atención cómo es que a través de un video pudimos acceder a un acontecimiento de hasta hace 18 años, probablemente lo ocurrido en los debates quedó olvidado, si es que fueron vistos. Sin embargo, accedemos a los acontecimientos del pasado a través de la tecnología, en este caso un video en Youtube. El fenómeno de recordar a través del internet se está volviendo cada vez más frecuente.
Facebook también hace lo propio. La mayor parte de las veces les recuerda a sus usuarios lo publicado años atrás. El usuario retoma lo que creía olvidado. Las plataformas digitales están ocasionando una perdida de la memoria orgánica, parece que los internautas no podrán recordar algo si alguien más no lo hace por ellos, en este caso es la tecnología la que ayuda a recordar. El pasado no es lo que prevalece en la memoria propia o ajena, el pasado está en las redes sociales, si no publicaste algo en alguna de tus plataformas sociales, simplemente no ocurrió.
La llegada y prevalencia del internet ocasiona que las personas persistan en nuestras vidas, podemos hurgar en el pasado y husmear en su presente, no podemos dejar ir. No podemos convertir a las personas en recuerdos e imágenes mentales, en sensaciones que provocaron sus olores o el sonido de sus voces, todo ello pierde sentido cuando las personas prevalecen en lo digital. Somos incapaces de olvidar o recordar cuando hacemos uso frecuente de las redes sociales.
Muchísimos videos en múltiples plataformas evidencian la falta de “cultura general” en la comunidad mexicana. Videos muestran cómo a transeúntes o estudiantes se les pregunta por el significado del TLCAN, la fecha de la revolución mexicana, fotografías de personajes históricos como Gandhi o Hitler. Todo resulta un desconocimiento absoluto. El mexicano no recuerda lo que no le resulta de utilidad. No les es ni útil ni funcional memorizar fechas, nombres de poetas mexicanos o pintores, ni siquiera personajes que propiciaron acontecimientos históricos.
De acuerdo con Guy Debord las causas sociales son resultado de relatos y acontecimientos almacenados en la memoria colectiva, lo que nos ha ocurrido nos motiva a ejercer la transformación social. Los recuerdos son dirigidos por los vivos, quienes portan las historias almacenadas en su memoria. La tecnología se vuelve selectiva, sólo algunos de los acontecimientos serán reproducidos, la selección subyace en un control de quienes mantienen la situación actual de las cosas. Las cosas serán olvidadas si así lo propicia la tecnología, controlada por aquellas personas que ejercen el poder. La escritura era una forma de preservar la memoria, ahora es la imagen visual a través de las tecnologías.
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